Friday, December 07, 2007

"Encantada" me dejó encantado

La nueva cinta de Disney, empieza como una historia animada en el reino de Andalasia, donde una joven princesa llamada Giselle (Amy Adams), espera a su príncipe. Es así que conoce al príncipe Edward (James Marsden) y ni bien se conocen deciden casarse y vivir felices por siempre, pero… Como en cada historia Disney que se respete, aparece en el medio una malvada reina-madrastra-hechicera, la reina Narissa (Susan Sarandon), quien hará de todo para que esa unión no se cristalice, y traiga como consecuencia inmediata su pérdida del trono y del poder. Cuenta para ello con la ayuda de su sirviente Nathaniel (Timothy Spall) quien se convertirá en el principal instrumento de los atentados en contra de Giselle.

La reina se las ingenia para mandar a Giselle al mundo real, donde la sufrida princesa se encuentra con la indiferencia de los neoyorkinos, quienes la toman por un personaje bizarro más de los muchos que abundan allá, es así que llega por accidente a conocer a Robert Philip (Patrick Dempsey), un abogado que está a punto de comprometerse con su nueva novia, mientras cría a su pequeña hija Morgan (Rachel Covey), quien de inmediato entra en sintonía con Giselle, a pesar del punto de vista contrario de su padre.

Mientras la princesa trata de amoldarse a la nueva situación, no puede evitar el contagiar de optimismo a todo lo que la rodea, comenzando por supuesto con la familia que la ha acogido. A su turno el príncipe Edward acompañado de la ardilla Pip, amigo de Giselle se aparecen también en el mundo real tratando de averiguar el paradero de su amada, del mismo modo Nathaniel fingiendo ayudar al príncipe, también llega a Nueva York con el objetivo de eliminar a Giselle y así, de ese modo, ganarse el favor de la reina Narissa.

La historia es atrapante desde el comienzo, uno empieza a imbuirse de la trama, que a un comienzo parece la típica historia de Disney, que ya vimos desarrollada en muchas de sus anteriores producciones, pero la entrada en el mundo real de los personajes de Andalasia, complican esta historia un poco más y no todo acaba en el desenlace que aparentemente habíamos previsto. Resulta que en el mundo real un día no basta para realmente conocer y enamorarse de una persona, eso lo aprenden Giselle, Edward y aún Nathaniel, y Robert descubre también, a pesar de sus pintos de vista anteriores, que él también puede redescubrir el amor.

Como es de costumbre -en las producciones Disney-, la pequeña ardilla Pip se roba algunas escenas provocando las mejores risas del filme, y ni que decir que tiene un buen contrapunto en el personaje de Nathaniel, empecinado en acabar con la vida de Giselle, a pesar de los titánicos esfuerzos de Pip por advertir del peligro tanto a Giselle como a Edward.

La cinta contiene nuevas canciones, que estoy seguro andando el tiempo, se sumarán al clásico repertorio de melodías de la factoría Disney. La puesta en escena es magnífica al extremo de que la historia a pesar de haber sido filmada en el Nueva York de la actualidad, parece más una extensión del colorido reino de Andalasia. Hay muchas alusiones de carácter sexual, que afortunadamente pasan por encima del radar de los niños (al menos de los más inocentes), y que provocarán risas de complicidad con los mayores. También hay muchas alusiones a otras películas, de la misma productora la mayoría, el ojo de los cinéfilos y en especial de los que han visto las películas Disney sabrá reconocerlas al punto (Me encantó la referencia a La Dama y el Vagabundo y a una de mis canciones favoritas: “Bella Notte”)

En fin la cinta acaba con todos felices –a excepción de la malvada reina Narissa-, aunque no del modo como todos pensábamos, resulta que en esta época las princesas también pueden rescatar a su príncipe.







2 comments:

Hada del tejado said...

Ay cómo me gustaría que la gente viva cantando por la calle y que contagien a los demás con su cantao. Estoy conciente de que es más que utópico pensar así, pero sería hermoso poder contagiar esa alegre energía y ojala todos mantuvieramos siempre ese inocente optimismo con que vive Giselle

Gevalher said...

Quue puedo agregar a eso más que mis deseos de que también así fuera, y sin embargo, también creo que las penas y desdichas e incluso la cercanía de la muerte deberían cantarse.
Sin embargo, Encantada destaca por su vibrante optimismo, pero más importante (al menos para mi) sin perder la necesaria dosis de realidad.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...