
La última producción del director
Stephen Sommers, trae a la vida a los personajes de G.I. Joe, una serie de figuras de acción (muñecos dirán los puristas), que a su vez inspiraron una serie de dibujos animados y con posterioridad una serie de comics de
Larry Hama.
La historia nos cuenta al principio de como
Duke (
Channing Tatum) y
Ripcord (
Marlon Wayans), son atacados en una misión por comandos enemigos en busca de robarles los misiles con tecnología "nanomite" (nanorobots, capaces de acabar con todo lo que encuentren a su paso), y como luego son rescatados por comandos de una organización multinacional y secreta denominada
G.I. Joe. Luego veremos como la organización terrorista trata de usar las armas robadas para causar caos y destrucción.

Es ahí que los nuevos reclutas
Duke y
Ripcord, junto con Joe's veteranos deberán extremar esfuerzos para deterner esta amenaza, que es vista por primera vez en la destrucción de la torre Eiffel y en la casi devastación de la ciudad de Paris.

Hubiera querido aclarar esto de entrada, pero ahora es un buen momento para hacerlo, Esta es una clásica película ¨blockbuster¨, taquillera, palomitera, o como yo le llamo ¨visual candy¨, muy en el estilo de cosas como
Independence Day, por ejemplo. a quienes esta clase de películas no les guste, ésta tampoco les va a encantar. Aclarado lo anterior, prosigo...
La película visualmente nos brinda la emoción de ver a personajes queridos, literalmente cobrar vida por primera vez. Incluso Wayans de quien se temía que no diera la talla ha estado a la altura del personaje que le ha tocado interpretar.
La Baronesa (
Sienna Miller) y
¨Scarlett¨O'Hara (
Rachel Nichols) brindan la contraparte femenina, en un elenco dominado por la parte masculina. Existe también la dualidad en dos ninjas uno del lado de los malos,
Storm Shadow (
Byung-hun Lee) y el otro del de los buenos,
Snake Eyes (
Ray Park), que comparten un pasado común, y que en el presente buscarán poner fin a su particular conflicto. También esta el pasado común de
Duke y de la
Baronesa, quienes se distanciaron a causa de una tragedia, para hallarse luego en bandos opuestos.

Aparte, de esas pequeñas historias personales, que le dan alguito de trasfondo a la cinta, lo principal aquí es la trepidante acción que desde el inicio hasta el final nos muestran diferentes combates entre los dos grupos, a través de todo el mundo. Para finalizar en una increíble secuencia submarina enfrentando a los dos grupos, aunque esta última me dejo un saborcito amargo, porque alguien se olvidó enseñarles Física 101 a los guionistas, quienes olvidaron o no saben que el hielo "flota" no se "hunde". Hay suficiente violencia en el filme como para que este no sea apto para niños muy pequeños, o fácilmente impresionables, aunque casi nunca se ve sangre o escenas "gore".
Aunque las cosas parecen por esta vez inclinarse del lado de los buenos, se han dejado firmemente plantadas las semillas que darán fruto en una o dos secuelas más, y por mi parte resta decir que las estaré esperando. Stephen Sommers, por fin hizo algo que vale la pena ver, para hallar un poco de diversión y escapismo, y cómo no recordar otro tanto de la infancia.
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