
Mundos secretos y maravillosos a los que puedes acceder mediante una puerta a la que aparentemente nadie da importancia, es una tema recurrente en la literatura y el cine (sin mencionar los comics), y es precisamente con este tema, que Henry Selick, el director de The Nightmare Before Christmas (El extraño mundo de Jack), logra adaptar y llevar al celuloide la obra del genial novelista y guionista de comics Neil Gaiman.
Coraline es una muchacha inquieta quien se encuentra aburrida y fastidiada, al haber sido sacada de su ambiente citadino para ir a vivir a una mansión antigua a la cual sus padres (escritores de catálogos de jardinería) se retiraron en razón de trabajar sin ser interrumpidos.

Al comienzo todo parece ir bien, es solo después de un tiempo, que empezará a darse cuenta poco a poco que estar en ese mundo le exige terribles precios, que sin quererlo ha puesto en peligro la vida de sus padres -los verdaderos-, y que la mentada Otra Madre, ya se ha cebado con las vidas de otros tres niños... Se requerirá de un valor extraordinario no solo para que Coraline logre salvar su vida, sino las de sus padres, así como liberar las almas de los tres niños, y de ser posible acabar con la amenaza de Otra Madre.

La cosa cambia con el nuevo mundo en el que todo parece estar centrado acerca de sus necesidades, gustos y preferencias, un mundo en el que hasta los ratones de una circo deletrean su nombre correctamente, y el jardín hecho por su padre visto desde el aire es un fiel retrato suyo, hasta el hecho de que su Otra Madre, le cocina todo lo que ella quiere, y le habla y le trata con el cariño con el que ella siempre soñó.

Al final de la película Coraline tendrá que reunir todo su coraje para salir triunfante de la ordalía que significará escapar del mundo de fantasía con el que se engolosinó, porque a pesar de sentir miedo, tendrá que poner a pensar en la mejor forma de salir del aprieto, aunque es obvio que algo de ayuda va a necesitar. Al final Coraline cambiará y verá que el universo no gira alrededor de uno, y que es necesario estar tan atento a las necesidades de otros como a las de uno mismo.
Gran película de Selick, en serio y me gustó más que su primera. Aunque hay dos pequeñas cosas que no me han gustado de su adaptación, la introducción del pequeño amigo de Coraline Wybie Lovat, que en el original (el libro, y la posterior adaptación al comic), no existía. Pero el segundo detalle más importante para mí fue el hecho de que en la cinta Coraline parece salvarse gracias a un golpe de suerte, justo en el límite de tiempo disponible para hacerlo, y que después con la última amenaza es ayudada por el personaje de Wybie. Esto en plena contradicción con el material original en el que Coraline sabía que Otra Madre, a pesar de haber quedado de acuerdo con las reglas del macabro juego del que dependían su vida y la de sus padres, iba a romperlas de ser necesario, Coraline con plena conciencia de ello, la engaña para así lograr su escape, y más adelante se hace cargo sola y de una manera más o menos similar de la última amenaza de Otra Madre. En fin quizás no todo es perfecto en la vida... y en esta cinta al menos un gato fue héroe, y con eso estoy más que satisfecho.
1 comment:
También opino que Coraline es un gran filme. Uno de los poco que he disfrutado en el cine, y que ojalá hubiese tenido la oportunidad de ver en 3D.
Mas discrepo con los detalles que comentabas sobre la adaptación. Si bien el libro ronda en un ambiente sombrío dejando únicamente a Coraline en un entorno solitario y lúgubre, era muy dificil para los guionistas traspasar ésa esencia sin zozobrar en lo obvio o en el soliloquio— pienso que Wybie Lovat fue una insersión sino creativa, necesaria. Además de que logra tener cierto carisma, sin quitar protagonismo a Coraline y que logra encajar en la adaptación de Selik de cómo la Otra Madre rapta a los fantasmas: a través de la muñeca de trapos.
Sin más, buen resumen, men.
Seguiré leyendo tus post a ver qué onda.
Saludos.
Potrillo.
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