
Columbus (Jesse Eisenberg), un muchacho de unos 20 años de edad empieza narrando la historia narrando acerca de como los Estados Unidos que una vez conoció se convirtieron en el nuevo hogar de los zombies, un nuevo mundo en que los caníbales no-muertos deambulan por todos lados tratando de encontrar nuevas víctimas. También nos introduce sus tips y reglas, los mismos que empezó a confeccionar palmo a palmo con cada nueva experiencia y encontronazo que tenía con los zombies.
Es pues, en una de sus andanzas con el plan de regresar a su casa paterna, con la loca esperanza de encontrar vivos a sus padres, que se cruza con Tallahassee (un genial y alocado Woody Harrelson), con quien entabla una alianza momentánea en pos de compartir algo del camino, aunque en un escenario apocalíptico como el presentado las iniciales desconfianzas y resquemores no estan por demás.

La película tiene más tonos de comedia -humor negro, si quieren, pero humor al fin y al cabo-, aunque tampoco escatima las habituales tomas de "gore" con las travesuras de los zombies. La cinta sobre todo resalta como aún en tiempos y lugares en que todo parece irse al fondo del toilette, los seres humanos aún tratan de mantener algo de su humanidad, y en este caso llegan a conformar una singular familia, conformada con los retazos de otras. También creo que ésta y muchas otras películas de este particular sub-género, nos quieren hacer notar que ya vivimos en un mundo en el que todos van a por nosotros y nuestras cosas, y en el que el deterioro ya parece irreversible, aunque de tanto en tanto se las ingenien para hacernos notar algunos destellos de esperanza, que es lo que esta cinta hace.

Compartir en Facebook
No comments:
Post a Comment