Los ríos empezaron a desbordarse, y las turbias aguas se llevaron con ellas a paredes, muebles, casas y gente.
Los petrocheques fluyen a granel comprando conciencias, lealtades y adhesiones, mientras los bomberos sacan el agua y lodo con baldes y bañadores.
Y la lluvia sigue cayendo…
Se crean bonos para los niños y para los viejos, poniéndoles nombres bonitos y revolucionarios; pero luego se pide a los países vecinos que nos presten sus helicópteros.
Y la lluvia sigue cayendo…
Se rompe una tubería en Hampaturi, dejando a media ciudad de La Paz sin agua, y a los comunarios de ese pintoresco lugar no se les ocurre mejor idea que chantajear al Gobierno, pidiendo resarcimiento por los daños sufridos, ah, y cómo no también quieren conexión a internet. Sólo les faltó pedir pasaje a la luna. Y como la guinda del pastel, amenazaban con volar la represa de agua si el gobierno no cedía ante sus demandas.
Y la lluvia sigue cayendo…
Gente desesperada, aislada, hambrienta y sin auxilio médico, claman en todas partes por ayuda, mientras prefectos y presidente no se ponen de acuerdo sobre quién los atiende, y si dan o no el dinero destinado a atender las emergencias.
Y la lluvia sigue cayendo…
Las riadas se llevaron tres niñas, mientras su madre impotente clamaba por ayuda. Gente que se niega a dejar sus casas, que pueden venirse abajo en cualquier momento.
Y la lluvia sigue cayendo…
Más de 1.355 familias viviendo en carpas, y horror de horrores, algunos ya viven en ellas desde hace años.
Y la lluvia sigue cayendo…
Ironías de la vida… Habiendo gente con el agua hasta el cuello, y qué es lo que más piden: agua. Gente que sufre a causa del agua o por la falta de ella y otra que se dispone a jugar con ella gritando “¡qué viva el Carnaval!”
Y la lluvia sigue cayendo…
We knew that La Niña came from the middle of last year, but no authority was prepared to face such a situation.
People desperate, isolated, hungry and without medical assistance, cry everywhere for help, while prefects and president do not agree on who attends who, and whether or not to give the money to meet emergencies.
(1) Petrocheques is what the Bolivians call to the money that Hugo Chávez, president of Venezuela, give to Evo Morales “as a support to municipal governments”