Existe una líneas de películas de animación, que están hechas para su comecialización directa a través de DVD’s y discos Blu Ray, de la compañía Warner Brothers, y cuyas temáticas abarcan las aventuras de los personajes que pueblan el universo de DC Comics. Personajes tan conocidos como la trinidad de DC (Superman, Batman y Wonder Woman), han tenido ya sus respectivas apariciones en esta línea de productos, al mismo tiempo que otros personajes, bastante menos conocidos fuera del ámbito de los aficionados a los comics.
Y hasta ahora, nunca me había sentido tentado, ejem, más bien motivado a escribir sobre cualquiera de sus primeras producciones, al menos no hasta que por fin viera, la tan esperada “All Star Superman”, historia que se adaptó de una serie de comics en 12 capítulos escrito por el genial Morrison Grant y con exquisitos dibujos de Frank Quitely. La obra de Morrison, era en su momento una obra ganadora de premios Eisner (el Oscar de los comics), y que nos traía una historia acerca del destino final de Superman.
La obra adaptada al medio audiovisual, respeta en el espíritu el material original del que toma la historia, si bien por lo breve del tiempo de que dispone se permite eliminar varias subtramas del original. Aún así la película goza del mismo cuidado en el tratamiento de la historia, así como en el diseño de los personajes y escenarios, que si bien no logran alcanzar a emular el del original, mantienen por lo menos de cerca, el mismo cuidado y detalle.
La trama de la historia gira –y como es de rigor, diría yo- en la legendaria envidia de Lex Luthor por la figura de Superman, quien a juicio del inventor y magnate, le quitó la gloria que él creía le estaba reservada únicamente a él. Es así que gracias a un ardid logra causar en su odiado enemigo el inicio de una “enfermedad” que tarde o temprano concluirá con el fin del héroe.
Al enterarse Superman de su destino, procura tratar de dejar todos sus asuntos resueltos, entre estos, dar a conocer por fin a Lois, su identidad, y tratar de vivir lo que le queda de vida a su lado, por supuesto sin que ella se entere de su inminente destino. Pero como esto sucede en Metropolis, tenemos interrupciones a granel por parte de invasores, retadores, y las amenazas a las que siempre nuestro gran héroe ha hecho frente.
Sin embargo Luthor, en su afán por acelerar aún más la inminente muerte del héroe pondrá en peligro a través de una alianza con Solaris (un sol artificial, con inteligencia y conciencia propias), la vida de la Tierra, una amenaza que en las condiciones de Superman será la más exigente de su vida.
Una bella historia, acerca de un posible final (imaginario creo), en el que Superman vivirá y morirá bajo los estándares que se autoimpuso desde la primera vez que surcó los cielos de Metrópolis…
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