Friday, September 28, 2007

Mudanza = ¡Caos!

El domingo 23 me mudé de domicilio. Decir que es algo que detesto, apenas basta para describir mis verdaderos sentimientos en contra de esta molesta pero a veces obligatoria necesidad.

Todo ha sido un caos, las cosas siguen apareciendo, todo se desordena, todo lo que queremos que esté al alcance de la mano, se ha extraviado; y sin embargo aquello que habíamos olvidado que teníamos, aparece.

De paso, la nueva instalación eléctrica es 110v., Lo que me plantea no pocos problemas para instalar de nuevo mis equipos de audio, video y la bendita computadora.

Sin embargo, algunos pequeños beneficios hay, ahora estoy más al centro de la ciudad, y hay una línea de minibús que de la puerta de mi casa me deja prácticamente en la puerta de mi trabajo.

En fin. ahora solo resta acomodar y ordenar las cosas del mejor modo posible, y pensar de aquí a un año en movernos a otra dirección un poco mejor.

Por quien más lo lamento es por el pobre del Tomás (mi gato) quien anda desorientado y sin saber porque por segunda vez en su vida, todo está puesto de cabeza.

No sé como le hacen los gitanos, supongo que el hecho de que su casa tenga ruedas, a la vez que tengan sólo las pertenencias adecuadas bastan. Yo en cambio tengo un montón de cosillas, algunas de las cuales ni siquiera puedo mover por mí mismo. Como sea, tal vez sea hora de cambiar mis muebles por esos que se desarman, y al menos (que no son más ligeros), son más fáciles de manipular que los roperos y cómodas a través de pasadizos estrechos o esquinas casi cerradas o puertas demasiado bajas.

Y, finalmente que esto ha evitado que vaya últimamente al cine o que vea algo nuevo en DVD o por el cable. Tampoco es que la oferta de los cines sea particularmente tentadora por el momento, ya que todos incluyendo al Monje se pusieron a reciclar las películas recientes.

Bue, así es la vida, llena de cambios, los que tienes que aceptar te gusten o no.






Wednesday, September 19, 2007

28 semanas después... el terror

Esta es la continuación de la película de Danny Boyle, 28 Días Después, en la que fuimos introducidos a la idea de que se desata un virus, tan rápido y mortal, que provoca que sus víctimas se vuelvan homicidas viciosos, aunque por suerte carentes de mayor razonamiento.

Esta secuela la dirige el director español Juan Carlos Fresnadillo, quien ha sabido expandir el universo y la mitología de la primera película de una forma que ha resultado más que aceptable.

La película en cuestión trata acerca del intento de repoblamiento de Londres, luego de que el brote inicial de la plaga, fuera contenido en primer lugar, y luego erradicado, para posteriormente proceder, poco a poco, con la reconstrucción y repoblamiento de áreas fuertemente vigiladas bajo la administración del ejército norteamericano (¡Dónde no están metidos los gringos!).

Sin embargo dos menores y su madre que todos creían muerta, quien por cierto a pesar de haber sido infectada se muestra asintomática, serán los causantes de un nuevo rebrote esta vez con mayores consecuencias de las que se vieron en el primer filme.

La cinta sobresale por su secuencia inicial, donde bastan segundos para que el terror y la ansiedad de los espectadores se disparen, y se desencadene rápidamente la tragedia, que en esta secuencia tiene su génesis. No se por qué pero personalmente, a mi siempre me han angustiado las secuencias de caza en las que la vida de la probable víctima depende de cuan rápido pueda ésta poner distancia de sus perseguidores. Solo por eso esta película empezó a ganar mi atención desde el momento inicial.

La trama, una vez desatado el caos, se reduce a simplemente ver como el pequeño grupo inicial de sobrevivientes, trata de encontrar su salida de Londres, dado que peligra su vida de parte de los "zombies" que buscan cualquier persona para atacarla, o de parte de los militares que implementan medidas draconianas, para contener, según ellos, un nuevo brote descontrolado del rage virus.

La cinta no se ahorra esta vez detalles truculentos y sangre a montones, por lo cual aquellos que son impreionables harían bien evitando verla. A mi me pareció que estaban bien empleados, excepto quizás por los momentos posteriores en que el padre se contagia del virus.

Los protagonistas inevitablemente irán sucumbiendo, a pesar de sus esfuerzos y resta saber si los niños lograrán salvarse de una situación absolutamente desesperada. La música muy buena, acompaña a toda la producción, produciendo el efecto deseado en el espectador, quien siente que la amenaza todavía ronda y espera cualquier mínimo evento para reaparecer.

Sin embargo, la cinta no adolece de fallas argumentales, ya que el padre de los niños, siendo una especie de administrador-portero-conserje, y por mucho accesos permitidos que tuviera, ¿cómo es que tiene acceso donde reposa su esposa portadora del virus?, ¿Cómo es que el papá "zombi" de los niños se las arregla para aparecer en varios puntos del trayecto de escape de sus niños y las personas que los cuidan?, y ¿cómo es que los protocolos de seguridad de los marines apestan?

Problemas aparte la cinta ha conseguido atrapar mi atención a todo lo largo, y me ha dado uno o dos muy buenos sustos, queda ver si ahora se animan con la tercera parte, ya que al parecer esta vez la infeción escalará a mayores alturas.

Hace tiempo leí que así como La noche de los muertos vivientes, del legendario George Romero, (y que además inauguraría el sub género de los zombies), era una alusión a la temida invasión comunista; las cintas de Boyle y Fresnadillo, serían una alegoría de una nueva amenaza (¿musulmanes radicales y terroristas?), tal vez, pero subsiste el hecho de que después de mucho tiempo una película de terror ha cumplido su cometido: asustar.







Saturday, September 08, 2007

La Revelación

La Revelación (The Number 23, título original), es un thriller psicológico protagonizado por Jim Carrey y dirigido por Joel Schumacher. La cinta cuenta la historia de Walter Sparrow, quien ve de pronto transtornada, su aburrida pero pacífica existencia, todo a causa de un libro misterioso, que su esposa le diera de regalo.

En el libro se cuenta las aventuras de un personaje, detective que se ve envuelto en crímenes y suicidios de personas, en cuyas vidas y muertes, sospechosamente sale a relucir el famoso número 23, prácticamente por todas partes. Para gran sorpresa de nuestro protagonista, él también empieza a detectar, las mismas similutudes que experimenta el personaje del libro, y confirma que el mencionado número se ha afincado en múltiples facetas de su vida. Su horror irá en aumento al enterarse en las páginas finales del libro, que el personaje -con el que se identifica-, acaba cometiendo un homicidio.

De ahí en adelante, poco a poco nos vamos adentrando en el misterio que rodea, al personaje de ficción del libro, a quien Walter ve sospechosamente como una especie de alter ego, el número 23, y la desaparición de una muchacha.

Jim Carrey, en sus esfuerzos por ser tomado en cuenta como actor dramático -y este es otro de ellos- encarna un rol bastante ajeno a aquellos que le dieran a conocer en el inicio de su carrera. Si bien la cinta, no llega a colmar las espectativas de los espectadores, tampoco puede decirse que es un fracaso. La actuación de Jim se hace bastante creíble, y nos sumerge en su mundo personal y en su deterioro, de la persona pacífica y tranquila que conocemos al comienzo al paranoico que acaba sospechando hasta de los motivos de su esposa. Como su esposa tenemos a una afiatada Virginia Madsen, quien, al igual que nosotros observa con horror el deterioro de su esposo, a pesar de los esfuerzos enormes que hace para ayudarlo.

La puesta en escena se destaca, porque empieza toda colorida en la calle, con sol, pero al mismo tiempo que el protagonista sufre su descenso personal al infierno de la duda y paranoia, el ambiente se va poniendo más sombrío y oscuro, además, hay numerosos... ¿cómo los llamaría? pseudo flash backs, porque son segmentos que cuentan la historia del detective, aunque Walter las asume como sus memorias perdidas de la niñez, excepto en las partes en las que el personaje acaba por pasarse al lado oscuro. esos segmentos de la cinta son filmados en el estilo del cinema noir, con contrastes bastante fuertes entre el blanco y negro, rostros difusos y poco definidos, y colores bastante diluidos.

Si bien el guión nos mantiene en vilo en buena parte de la cinta, lo que decepciona un poquitín, es la resolución final, porque la revelación final no acaba siendo tan buena, como aquella del filme El Sexto Sentido, lo que va en desmedro de toda la cinta. Sin embargo vale la pena de ser vista, aunque dudo que alguien quiera luego ver alguna repetición.






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