Como entrenar a tu dragón

Hiccup (Hipo), es un joven vikingo que se esfuerza para llegar a ser todo aquello que su padre teme que no llegue a ser jamás: un aguerrido vikingo, cazador de dragones. Hiccup, es un muchacho que a pesar de los temores de su padre, se esfuerza mucho en caber en un molde en el que a primera vista, parece casi imposible de llenar. Esto es provocado en gran parte por el físico (o la falta de él), el mismo que causa la preocupación y la desaprobación, tanto de su padre como de los demás miembros de la tribu, que viven en la aldea, preocupados constantemente por tener que combatir a los flamígeros dragones.



Esta es pues la premisa de la nueva cinta de la productora Dreamworks, la misma que a través del método de prueba y error, parece por fin haber dado en el clavo al presentarnos una historia original, basada en una serie de historias infantiles, sobre un niño y su dragón.



En sus esfuerzos por llegar a ser aquello que su padre tanto ansía nuestro héroe y punto de referencia de la historia, logra acercarse a uno de las especies más elusivas de dragones que los miembros de su aldea, tienen catalogadas en libros, un dragón furia nocturna. Especie ésta tan desconocida que no existen, -al contrario de las demás especies-, ni siquiera una referencia visual sobre el aspecto del mismo.



Hiccup es quién aprende poco a poco a vencer la barrera del miedo entre humanos y dragones, y a descifrar y entender mejor el comportamiento de los mismos. Armado del nuevo conocimiento, se volverá poco a poco la sensación de la aldea, hasta el momento en que se vea forzado a elegir por uno de los bandos, y cause con su decisión la repulsa general de su padre, sus amigos y de los demás integrantes de la aldea.



Es sorprendente como esta historia gira alrededor de dos ejes primordiales. El primero, la relación del joven vikingo con su padre, una relación ríspida, con intentos de acercamiento entre ambos, temiendo siempre que el otro malinterprete las verdaderas intenciones. Así como el padre duda seriamente acerca del destino de su hijo; así el hijo se esfuerza por aparentar lo que no es, en sus ansias de llenar el molde que su padre representa.



El segundo eje, la relación del muchacho con el dragón, desde los primeros acercamientos desconfiados, en los que deben abundar las señales de confianza de parte de ambos, hasta lograr una compenetración, ya que ambos el muchacho y el joven dragón se reconocen a si mismos en el otro.



Excelente uso de la nueva tecnología de 3D, con escenas impactantes de vuelo, y de éstas combinadas con la acción de las peleas, (en especial la final, ante un enemigo común), que me han dejado boquiabierto y mucho más entusiasmado que aquellas que vi en la taquillera Avatar de Cameron.



Una de las primeras gratísimas sorpresas de este 2010, cinta altamente recomendada para grandes y chicos por igual. ¡Mi sobrino y yo la disfrutamos mucho!

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