Monday, October 15, 2007

Burocracia... una probadita del infierno

Nosotros los mortales, no tenemos forma de comprobar la existencia del -para muchos mítico- cielo, pero de lo que a muchos no nos cabe la menor duda, es de que el infierno existe, en particular me ha tocado sufrir estos últimos días la burocracia de COTEL TV.

Día 1
Me presento en la oficina de COTEL temprano en la mañana,
-Mire señorita, me he mudado a una nueva dirección y necesito que me habiliten el cable en la nueva vivienda...
-Pues lo primero que tiene ud. que hacer es cancelar $us 10 por el servicio de traslado...
-¡! ¿?... Bueno, entonces vuelvo mañana...
-Hasta luego.

Día 2
Mismo lugar, diferente encargada.
-Buenos días, he venido a solicitar el traslado del servicio de cable...
-Ese trámite cuesta $us 10... ¿va a cancelar? (con tono de duda y desconfianza) Sin ese previo pago no podemos hacerle el servicio.
-Es lo que me dijeron ayer, por eso traje los diez dólares...
-¿Cuál es su código de cliente?
-Es el xxxxxxxx
-Hmmm, pero aquí dice que no está al día con la mensualidad, y tiene que pagar el servicio, aparte de los 10, antes de poder hacerle el trámite.
-¡! ¿?... Bueno, entonces vuelvo mañana...

Día 4 (el día 3 estuve buscando el dinero de todo lado)
Mismo lugar, diferente encargada.
-Buenos días, he venido a solicitar el traslado del servivio del cable.
-Ese tramité cuesta diez dólares y tiene que estar al día con la mensualidad...
-Tengo el dinero para ambas cosas...
-Entonces vaya a la caja a pagar y vuelve, con una fotocopia del recibo del pago del traslado
-¿?... Ok, vuelvo entonces enseguida.

La cola es inmensa en las instalaciones, y luego de 45 minutos de hacer cola, por fin te llega el turno.
-Buenos día estoy viniendo a pagar el servicio del cable del mes así como los 10 dólares para el servicio de traslado del mismo...
-Pero, ¿acaso no le han dicho que tiene que hacer cola en la ventanilla de los de la tercera edad?
-No, no me dijeron nada al respecto.
-Pues es ahí donde le deben atender...

Grrrrr... 45 minutos de mi vida botados al basurero. Afortunadamente la cola de los viejitos no es tan inmensa como las otras, y pronto pude estar pagando los servicios, sin dejar de notar la forma muy prepotente y descortés de la atención, mostrando además una total falta de consideración a las personas en razón de su edad. Salgo a la calle y comienza la búsqueda de un lugar donde conseguir una fotocopia, y sucede que la más cercana está a tres cuadras del lugar, una vez obtenida la copia, de vuelta al lugar, de vuelta a pedir ficha para que una de las secretarias te atienda, y le de curso al mentado trámite.

Una vez hecho el trámite y ante mi insistente pedido de contactarme con el encargado del trabajo efectivo del traslado, lo único que obtengo es un número de teléfono, y un nombre,

Día 5
Me paso todo el día marcando el mentado número y nada, o me da la señal de ocupado, o la de que a nadie le importa un comino, atender la llamada.

Día 6
Por fin alguien me contesta, y me dice que me devolverán la llamada en la tarde para poder acordar el día y hora del encuentro. Toda la tarde esperando y nada.

Día 7
Pido ayuda a mi sobrino para que me ayude a llamar (hasta ahora no se si lo llegó a hacer), al mismo tiempo me paso el día llamando al dichoso número y nada.

Día 8
Voy a reclamar a la oficina donde realicé el trámite, y me mandan por fin a otro edificio, a otra oficina donde realmente están la oficinas del servicio de cable. Llegando ahí explico mi situación, y me dicen que ya fueron a la dirección, que no la habían encontrado y que ni sabían donde quedaba la Nicolás Acosta (mentalmente, me pregunto ¿y cómo hicieron mis coinquilinos y vecinos para conseguir el mismo servicio?). El caso es que me dicen que al día siguiente a hrs. 10 de la mañana estarán por ahí (También me doy cuenta de que la persona encargada del teléfono es bombardeada por llamadas, a las cuales contesta, mientras atiende a la vez a la persona de enfrente, mezclando ambos protagonistas preguntas y respuesta dirigidas o a uno o al otro, y luego cuando sale de su oficina o decide no contestar el teléfono repica y repica y nadie lo atiende)

Día 9
El señor Gary A. Valenzuela madruga a las 10:00 a.m. (usualmente él duerme hasta las once y algo más por motivos de trabajo y de costumbre), en un día particularmente frígido y ventoso, y no atiende los ruegos de su hermano y sobrino para que de una vez entre adentro de la casa. Nada señor, ¿qué va a pasar si vienen los cachupines del cable y no hay nadie para recibirlos? contesta él y obstinadamente se planta en la entrada de la vivienda esperando ver a cada momento el camión de COTEL TV con los mentados técnicos. Pasaron 3 horas, el señor se atrasó luego por esta causa en su trabajo, y lo peor es que al día siguiente es domingo y es otro día más perdido y sin cable, eso sí, el servicio ya está pagado, así como el traslado que no acaba de completarse.

Día 11
De vuelta en las oficinas, y de vuelta a oír las mismas patéticas excusas que ya nos hicieron oír la primera vez. Y de vuelta nos vamos con la renovada promesa de que mañana será el gran día. Mientras tanto, a uno le asaltan ideas malsanas, esas de que jugar de acuerdo a las reglas no siempre resulta en beneficio de uno, y más bien acaba siendo el privilegio y abuso de otros.

De ser yo un pillo, a estas horas tendría cable desde el día que me trasladé a la cuarta o quinta parte del costo legal. y la gente que ahora tan mal trata a sus usuarios, tendría menos ingresos. La lástima es que la experiencia me ha enseñado que el asunto del karma es tan real y persistente como la ley de la gravedad y que violar ambos conceptos traerán funestas consecuencias a los ofensores... Pero de todos modos hay algo que no me abandonará nunca más, esa perturbadora sensación de sentirse un personaje kafkiano, como el personaje de Anthony Perkins en la adaptación cinematográfica de El Proceso.

¿Continuará?...






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