Friday, October 05, 2007

Después del PICNIC... todo cambia


Gracia a la tecnología del DVD, por fin pude ver una película que se me había escapado hasta el día de hoy. La película en cuestión es PICNIC, dirigida por Joshua Logan, un director de corta pero brillante trayectoria, cuenta además con la participación de William Holden y Kim Novak en los roles principales.

La historia gira en torno a un hombre sin pasado, (y aparentemente sin futuro), que llega a un pequeño pueblo de Kansas, justo en el feriado del día del Trabajo (ojo: que no es nuestro primero de mayo), buscando a un amigo de la universidad, con el prospecto de obtener un buen empleo, y en el intento empieza a trastornar la vida de los habitantes del pueblo, en particular de las mujeres que entran en contacto con él.

Hal Carter (Holden) es un hombre que está a punto de dejar atrás sus años de juventud y a punto de entrar en la madurez. En realidad el personaje es un vagabundo, sin oficio cuya esperanza radica en el amigo, el que si bien está dispuesto a ayudarlo, sólo le ofrece un puesto como obrero en los silos de grano de propiedad de su padre. Sin quererlo conoce antes a Madge (Novak) la belleza local y novia de su amigo, quien desde un comienzo siente una atracción e interés por el desconocido, que no harán más que incrementarse según transcurre el día, junto al picnic de celebración de todo el pueblo por el antes mencionado feriado. Para bien o para mal la inquietante presencia de Hal, acaba trastornando los pensamientos y sentimientos de todas las personas que entran en contacto con él.

Carter, es un buscavidas que a través de una abundante labia, trata de granjearse la buena atención de la gente del pueblo, y aunque no es esto lo que realmente le granjea la atención de las féminas en especial, sino su físico y una especie de magnetismo animal, que realmente es difícil de ignorar.

Madge, es la hija de una madre soltera (abandonada por su esposo), y que tiene una hermana más joven con quien tiene frecuentes peleas a causa de la belleza de ella y de la inteligencia y falta de gracia de la hermanita. Madge está comprometida con el hijo del rico del pueblo, pero en el fondo no siente amor por él y resiente el hecho de que su madre lo arroje prácticamente a los brazos del joven heredero.

La película nos deja ver un retrato intimista ambientado a mediados de los 50, en un pueblo en el que todos sus habitantes de uno u otro modo han construido “máscaras” o “identidades” para el trato con los demás, y sin embargo vemos poco a poco, como la presencia del extraño sirve de catalizador, para que éstas se vayan resquebrajando primero, y después se rompan totalmente para dejarnos ver a las personas reales que habitan tras esos disfraces.

Así vemos como una maestra recatada y formal, al comienzo, acaba mostrando al final que lo que realmente quiere es matrimonio y sexo con los que ahuyentar su más grande temor que es el de envejecer en soledad. Una hermanita marimacho, que viste con ropa de muchacho, desea muy en el fondo parecerse a su hermana, sin tener que renunciar a su lado intelectual. Una belleza local, cansada de que la hayan puesto en un pedestal, lugar en el que realmente se siente incómoda. Un extraño que lo que en realidad busca es establecerse y formar la familia que nunca tuvo, aunque intuyamos de antemano, que él no tiene lo necesario para lograr sus sueños, tanto en el plano laboral como en el emocional.

Sin embargo, en el picnic, en el que todo estaba arreglado para cambiar la vida de Madge, nombrándola reina de belleza del pueblo, y anunciando al mismo tiempo su compromiso con el heredero, sucede lo inevitable. La joven es atraída irremediablemente hacia el extraño y todo lo cuidadosamente planeado saldrá mal.

Los puntos altos de la película son la ambientación, la escenografía, y el hecho de presentarnos a personajes que ayer al igual que hoy, tienen los mismos conflictos y dudas emocionales, sentimentales y pasionales. No es una película que como muchas de la actualidad se basen en efectos especiales, visuales y sonoros, sino más bien en gente que vive el día a día, con sus miedos, dudas y anhelos. La química entre Holden y Novak es motivo más que suficiente para darle un vistazo a esta joyita del ayer.

La banda sonora es otra delicia, la música es inolvidable y acompaña bien la cinta sin llegar a entrometerse en un primer plano, sino brindando un marco sonoro agradable al desarrollo de la historia. La cinta fue adaptada al cine de una obra teatral de William Inge, y según varios críticos, es una de las mejores adaptaciones que se han realizado.

Para terminar, siempre había querido ver una escena en particular en esta película, en uno de los varios eventos del picnic del pueblo, hay un hombre ofreciendo un discurso aburrido, y luego hay un corte a un primer plano de un bebé haciendo globitos con su saliva, en lo que viene a ser una especie de abucheo visual. Leí por ahí, que el director se ufanaba ante sus pares de esa escena que no dura ni tres segundos, porque no sabían cómo lo había hecho. El secreto contado por Logan, era que lograr filmar al bebé había sido toda una hazaña de paciencia, ya que si bien la criatura se deleitaba haciendo burbujas con su saliva, en cuanto rodaban las cámaras con el acompañamiento de luces y despliegue de técnicos, el bebé dejaba de hacerlo, para dedicarse a mirar a un desesperado director que por enésima vez gritaba… CORTE!







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